Es posible que hayas notado que crear música te hace sentir bien, pero ¿alguna vez te has preguntado por qué? Los científicos han descubierto que tocar un instrumento o cantar tiene un impacto directo en los procesos de curación natural en todo el cerebro y el cuerpo.
Echemos un vistazo más de cerca al impacto positivo que la música puede tener en la salud y el bienestar de los estudiantes de música de todas las edades y niveles de experiencia.
Aumenta la felicidad y reduce el dolor
Cuando haces música, tu el cerebro libera endorfinas—sustancias químicas que inducen sentimientos de alegría y placer y bloquean las células nerviosas que nos hacen sentir estrés y dolor.
¿Cómo exactamente la musica libera endorfinas? Curiosamente, nuestros cerebros usan las mismas "vías" o vías neuronales para procesar el dolor como lo hace la música. Entonces, cuando estás tocando un instrumento o cantando, estás usando esos caminos, reduciendo su ancho de banda para procesar el dolor mental o físico.
La dopamina, el neurotransmisor del cerebro que “siente bien”, también va de la mano con la música. Tocar música libera dopamina y te hace sentir emociones como felicidad, entusiasmo y alegría.
Calma el estrés y la ansiedad
La música tiene un efecto calmante en nuestro cerebro, lo que a su vez reduce el cortisol, una hormona relacionada con el estrés que afecta una amplia variedad de respuestas, como la inflamación, el azúcar en la sangre y la respuesta del cuerpo al estrés. Los niveles más bajos de cortisol contrarrestan los efectos del estrés crónico, promoviendo una presión arterial más baja, una regulación adecuada del sueño y, por lo tanto, un ciclo diario más saludable.
Además, estudiar música apoya desarrollo cerebral, incluso en áreas del cerebro responsable del manejo de la ansiedad.
Apoya la regulación emocional y la autoexpresión
La música también fortalece áreas del cerebro que afectan el control emocional, lo que te ayuda a reconocer y responder intencionalmente a la montaña rusa de emociones que conlleva el ser humano.
El acto de hacer música implica comprender mensajes emocionales, lo que requiere que aproveche, reconozca y exprese sus sentimientos. Cuanto más pases por este proceso de regulación emocional y expresión a través de la música, más fácil será entrar o salir de la sala de práctica. ¡La educación musical es verdaderamente una forma de terapia!
Desarrolla tus músculos y pulmones
Estudiar música también es bueno para tu cuerpo. Puede que no te des cuenta, pero cuando tocas un instrumento, a menudo usas los músculos de los brazos, el torso y la espalda. Además, la respiración profunda que voz, instrumentos de viento y metal requieren construye pulmones más fuertes.
Crea conexiones y comunidad
Al hacer música con otros, como en un clase de musica grupal, grupo de cámara o conjunto, conoces gente nueva y te conviertes en parte de una comunidad de amantes de la música. Se ha probado que conexión social nos hace más felices, menos estresados e incluso nos ayuda a vivir más tiempo.
Aumenta tu inmunidad
Lo que puede resultar la mayor sorpresa de todas, es que hacer música en realidad puede aumenta tu inmunidad!🤯 Al igual que las endorfinas y la dopamina, ya sea jugando en un orquesta o practicar solo, hacer música aumenta la producción de anticuerpos como la inmunoglobulina, lo que ayuda a su cuerpo a combatir los gérmenes y las bacterias.
En una época en la que el estrés y la ansiedad están en su punto más alto, el poder de la música puede ser de gran ayuda para su salud y bienestar.