La música tiene el poder de unirnos de maneras que trascienden la cultura, la geografía y el idioma. El 6 y 7 de agosto de 2024, el Pabellón de ravinia se convirtió en un vibrante escenario para este tipo de intercambio global, ya que jóvenes músicos de Merit y otros programas musicales de todo Chicagoland se unieron en un ensayo junto a la Orquesta Sinfónica Nacional Infantil de Venezuela (NCSV). Bajo la batuta del director de renombre mundial Gustavo DudamelEstos jóvenes artistas se embarcaron en un viaje musical que unió continentes y culturas.
El evento comenzó el 6 de agosto, cuando los estudiantes fueron invitados a cenar con los miembros del NCSV. Esta reunión brindó una oportunidad para que los estudiantes se conectaran y compartieran su pasión por la música, preparando el escenario para el ensayo del día siguiente. La velada culminó con un fantástico concierto del NCSV, que dejó a los estudiantes llenos de emoción y anticipación por las aventuras del día siguiente.
A la mañana siguiente, 80 jóvenes músicos de ocho programas musicales de Chicagoland, incluido Merit, subieron al escenario del pabellón, uniendo fuerzas con 80 de sus colegas venezolanos. Juntos, ensayaron la obra de Jean Sibelius Finlandia Bajo la magistral dirección del Maestro Dudamel, el ensayo no fue solo una sesión de práctica, sino un notable intercambio de conocimientos y talento artístico. El estilo cálido y alentador del Maestro Dudamel mantuvo el ensayo lleno de risas y energía mientras sacaba a relucir con habilidad lo mejor de cada estudiante. Su enfoque fue desenfadado y acogedor, ayudando a los jóvenes músicos a sentirse a gusto e inspirados para darlo todo.
"Esto es importante: tú no eres el futuro. Tú eres el presente."
Gustavo Dudamel
Durante todo el ensayo, Dudamel compartió palabras de sabiduría que dejaron un profundo impacto en los estudiantes. “Esto es importante: ustedes no son el futuro. Ustedes son el presente”, les dijo a los jóvenes músicos. Los animó a “disfrutar cada momento” y a “disfrutar los errores”, enfatizando que “la belleza del arte no está en la perfección”. Estas palabras resonaron profundamente en todos los presentes en el pabellón, generando conversaciones y reflexiones mucho después de que terminara el ensayo.
El ensayo en Ravinia fue más que un simple evento musical; fue una celebración del intercambio cultural, la educación y el potencial ilimitado de los jóvenes músicos. Bajo la guía de Dudamel, estos estudiantes no solo perfeccionaron sus habilidades musicales, sino que también adquirieron conocimientos invaluables que los acompañarán durante toda su trayectoria musical.